LA MATERIA |
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sábado, 28 de agosto de 2010
LA MATERIA Y SUS PROPIEDADES
jueves, 12 de agosto de 2010
BREVE HISTORIA DE LA QUIMICA
lunes, 2 de agosto de 2010
LA CAPA DE OZONO
La capa de ozono es una fina capa de la atmósfera que recubre toda la tierra –de 15 a 30 Km de espesor- que nos protege del sol. Está compuesta en su mayoría por el gas ozono. Desde el inicio de los tiempos, esta capa de ozono ha bloqueado los rayos solares más peligrosos para la vida en la tierra: los ultravioletas. Esta capa ha actuado como una red que protege a la superficie terrestre de la radiación solar.
El ser humano libera en el aire productos químicos que él mismo fabrica y que se infiltran gradualmente en todas las zonas de la atmósfera, comprendida la estratosfera. Estos productos químicos se descomponen en la estratosfera debido a los altos niveles de radiaciones solares ultra violetas y descomponen el ozono, disminuyendo de manera significativa la capa que forma. Hay un adelgazamiento y perforación de la capa de ozono, y este fenómeno es resultado de las actividades humanas. Este es un problema ambiental global, ya que si bien las fuentes que dañan la capa se encuentran el Hemisferio Norte, los efectos son más evidentes y agresivos en el Hemisferio Sur.
Se dan dos fenómenos conjuntos, por un lado el adelgazamiento de la capa de ozono que envuelve a la Tierra; por otro lado, la perforación de la capa en algunas zonas -en algunas épocas del año-. Este último fenómeno es lo que se conoce como "agujero de ozono".
El tener una capa de ozono debilitada implica una mayor incidencia de rayos ultravioletas en nuestro ambiente. Entre otros efectos, la radiación causa en el ser humano un incremento de los casos de cáncer de piel, deprime el sistema inmunológico y multiplica los problemas oculares. Los efectos ambientales -sociales, económicos y ecológicos- esperados por este aumento en la radiación son mayormente negativos.
En lo que respecta a los factores ecológicos, el hecho de que todos los organismos que habitan el planeta estén habituados a un determinado nivel de radiación ultravioleta, que ha existido por miles de años, hace que frente a un cambio en el mismo se den problemas en su adaptación a este nuevo ambiente con mayor radiación. Es decir, no todos los organismos podrán vivir en estas nuevas condiciones, o al menos no podrán hacerlo en las mismas condiciones. Por ejemplo, en los ecosistemas marinos se prevé una disminución del plancton y, por lo tanto, de la disponibilidad de alimento para otros seres superiores -peces mamíferos y otros.
Además, este mayor nivel de radiación afectará negativamente el crecimiento de las plantas. Por ello, las cosechas se verán afectadas al igual que las economías. Otro de los efectos sobre el ser humano son aquellos vinculados a la salud y al trabajo. El turismo, la construcción, los trabajos rurales, etc., son actividades que conllevan un riesgo de recibir un exceso de radiación que incrementa las posibilidades de contraer cáncer de piel.
El agotamiento del ozono estratosférico y los cambios climáticos son efectos de las actividades humanas sobre la atmósfera mundial. Constituyen problemas ambientales distintos, pero se encuentran relacionados de varias maneras.
El cambio climático.
El cambio climático es una de las mayores amenazas para la vida en la Tierra. Sus repercusiones sociales y económicas ya se hacen sentir. Este fenómeno está asociado a la constante emisión a la atmósfera de "gases de efecto invernadero" que están generando un progresivo calentamiento global elevando las temperaturas medias globales.
Los impactos del cambio climático son de gran escala, de carácter irreversible y ponen en riesgo tanto la biodiversidad natural, los ecosistemas productivos como las condiciones de vida de las poblaciones humanas. Sus manifestaciones se registran en el aumento de eventos meteorológicos más extremos como tormentas y huracanes, así como inundaciones y sequías. Las nuevas condiciones climáticas incrementan la expansión de epidemias y enfermedades como la malaria y el dengue. Graves inundaciones son ahora frecuentes, y son una clara ilustración de nuestra vulnerabilidad ante estos cambios climáticos.
La temperatura del planeta está aumentando en forma alarmante debido a la contaminación y ello tendrá consecuencias desastrosas. Este aumento de la temperatura se debe a la actividad humana y cada vez será mayor. La década de los 90 fue la más caliente del siglo pasado y los cambios en este siglo serán aún más drásticos. La temperatura del planeta podría aumentar este siglo hasta unos seis grados centígrados y el nivel de los mares podría subir hasta cerca de un metro. Y serán los países que no se encuentran desarrollados los más afectados por las devastadoras consecuencias: escasez de agua, pérdida de cultivos, aumento de epidemias e inundaciones.
Las formas en que se manifiesta el cambio climático son cada vez más precisas y se encuentran detalladas en una serie de tendencias que se han comprobado en los últimos años. La temperatura global del aire a nivel de la superficie es mayor que en el siglo XIX, las áreas cubiertas por nieve y hielo han disminuido, los niveles promedio del mar han aumentado, así como la temperatura de los océanos. La temperatura sigue aumentando, así como el nivel de los mares. Este aumento en el nivel del mar podría llevar al desplazamiento de millones de personas que habitan en sus costas.
Existe una clara conexión entre el aumento de la temperatura global y la emisión de los llamados gases de invernadero, especialmente el dióxido de carbono -CO2. El incremento de este gas se debe en gran medida a la quema de combustibles fósiles, como el petróleo.
LA CONTAMINACION DE LAS AGUAS
LA CONTAMINACION DE LAS AGUAS:
El agua representa aproximadamente el 70% de la superficie de la tierra y es considerada como la base del origen y el sustento de la vida en el planeta. Todos los seres vivos requieren un aporte periódico de agua para el funcionamiento de su metabolismo, ya que esta constituye entre el 50 y 90 % del peso corporal de un organismo. Pero el papel del agua no se limita sólo al aspecto biológico, también ejerce influencia sobre los fenómenos meteorológicos, como elemento regulador de la temperatura, e interviene en la geología de un lugar en la medida en que la erosión hídrica modifica el entorno natural y transporta nutrientes hacia lugares estratégicos.
Los ríos y los océanos de la Tierra se encuentran en un proceso muy grave de deterioro. Los vastos recursos de los océanos son amenazados por la contaminación, la depredación causada por la sobreexplotación de recursos de los mares, el aumento de la presión de la actividad económica sobre las áreas costeras, en particular por el crecimiento explosivo de las ciudades, el incremento del turismo, la industrialización y la expansión de la piscicultura. El vertedero final para una gran parte de nuestros desechos es el océano. A él van a parar gran parte de los vertidos urbanos e industriales. No sólo recibe las aguas residuales sino que, en muchas ocasiones, se usa para arrojar las basuras o, incluso, los residuos radiactivos.
La capacidad purificadora de las grandes masas de agua marina es muy grande. En ellas se diluyen, dispersan o degradan ingentes cantidades de aguas fecales, hidrocarburos, desechos industriales e, incluso, materiales radiactivos. Por este motivo es muy tentador recurrir al barato sistema de arrojar al mar los residuos de los que queremos deshacernos; pero en muchos lugares, los excesos cometidos han convertido grandes zonas del mar en desiertos de vida o en cloacas malolientes.
Los vertidos son la principal fuente de contaminación de las costas. En la mayor parte de los países en vías de desarrollo y en muchos lugares de los desarrollados, los vertidos de las ciudades se suelen hacer directamente al mar, sin tratamientos previos de depuración. Además, las zonas donde la renovación del agua es más lenta (marismas, estuarios, bahías, puertos) son las más maltratadas. En ellas es frecuente encontrar peces con tumores y graves enfermedades, o moluscos y crustáceos cuya pesca y consumo están prohibidos, porque contienen altas dosis de productos tóxicos.
El 80% de las substancias que contaminan el mar tienen su origen en tierra. Los accidentes marítimos son responsables de alrededor de un 5% de los hidrocarburos vertidos en el mar. En cambio, una ciudad de cinco millones de habitantes acaba vertiendo en un año la misma cantidad de substancias contaminantes que derramó el Exxon Valdez en su accidente en Alaska.
El exceso de aporte de materia orgánica y de nutrientes hacen proliferar las algas, genera procesos de putrefacción tan fuertes, que se consume el oxígeno disuelto en el mar y los peces y otros organismos mueren, originándose grandes "zonas sin vida".
Aproximadamente un tercio de la contaminación que llega a los mares empieza siendo contaminación atmosférica pero después acaba cayendo a los océanos. En los fondos oceánicos se encuentran decenas de miles de barriles con substancias como plutonio, cesio o mercurio, resultado de décadas de uso del océano como vertedero para grandes cantidades de desechos. Decenas de reactores nucleares completos, pertenecientes a naves de guerra, con todo su combustible, y de armas nucleares se encuentran en el fondo de diversos mares del globo.
Los efectos de los vertidos también se dejan sentir en las aguas libres de mares y océanos. Cada año los barcos derraman miles de toneladas de petróleo en el mar, y grandes cantidades de plástico echadas al mar son las responsables de la muerte de muchas focas, ballenas, delfines, tortugas, y aves marinas, que quedan atrapadas en ellas o se las comen.
Las aguas residuales.
Son aquellas aguas que trasladan desechos domésticos de la ciudad. La existencia de un mayor número de viviendas implica un mayor número de personas, lo cual genera un volumen más alto de aguas residuales que transportan materia orgánica de desechos, abundante en fosfato.
En las aguas existen bacterias cuya función es degradar los desechos; cuando estos son moderados, las bacterias son capaces de desintegrarlos sin dificultad. En cambio, cuando los volúmenes de desechos aumentan, las bacterias no son capaces de realizar su trabajo y las aguas se enturbian lentamente. Esto conlleva que disminuya la luz, las algas no puedan realizar la fotosíntesis, lo que -a su vez- trae como consecuencia la muerte de muchos peces y algas. Por falta de oxígeno, estos organismos comienzan a descomponerse, se van al fondo y se va formando una espesa capa de material orgánico en fermentación, incompatible con la vida de los seres vivos acuáticos.
Otro factor contaminante de las aguas residuales es la presencia de parásitos, bacterias y virus. Lo peligroso es que si esta agua que forma parte de un río o canal es usada para regadío, dichos microorganismos se depositan en los alimentos que consumimos. Algunas enfermedades que pueden ser provocadas de esta forma son el cólera, la fiebre tifoidea, la disentería, etcétera.
Los residuos industriales.
Las aguas que arrastran residuos de industrias son portadoras de un gran número y diversidad de agentes contaminantes. Algunos de estos son residuos son detergentes, minerales y sales metálicas y productos agrícolas -residuos de los animales y ciertos compuestos químicos que son usados como plaguicidas y fertilizantes-, derivados del petróleo. Estos desechos se vierten a las aguas de los ríos, donde destruyen la vida acuática, tanto en la flora como en la fauna. Su presencia en las aguas de los mares hace que los contaminantes se concentren en algunas especies que viven en el lugar, sin provocarles la muerte. Pero los residuos tóxicos llegan al ser humano cuando consume dichos organismos.
Los residuos que proceden de los derivados del petróleo van formando una película. De ésta se van desprendiendo ciertas sustancias tóxicas que van intoxicando el plancton, los peces y los diversos organismos acuáticos. Este tipo de sustancias destruye a los animales y a los vegetales, y rompen el equilibrio natural. Estos contaminantes se van depositando en el organismo humano, y en algunos casos no provoca la muerte, pero sí enfermedades, mal formaciones, poco desarrollo, etc
Segunda Parte de Ecología.
LA CONTAMINACION Y LOS RESIDUOS TOXICOS:
La contaminación y los residuos tóxicos son un aspecto más del mal entendido “progreso”. El ser humano no se da cuenta de la magnitud del problema. Convive diariamente con miles de sustancias químicas que llegan a él a través del agua, aire, tierra y los productos que consume. Actualmente, hay entre 80.000 y 120.000 compuestos químicos sintéticos en producción y se liberan al mercado un promedio de 3 nuevos químicos sintéticos por día. Hay muy poca información sobre muchos de estos compuestos y su impacto en el ambiente y la salud de las personas.
La emisión al ambiente de estas sustancias representan un serio riesgo para la vida. Todo recién nacido ya posee en su cuerpo contaminantes presentes en el ambiente por la actividad del ser humano. La contaminación continua, cotidiana, callada es mucho más grave que la que en ocasiones salpica las páginas de los diarios. Los accidentes de superpetroleros -Exxon Valdex, Mar Egeo, Prestige...-, de plantas industriales -planta de producción de biocidas de la multinacional Union Carbide en Bophal, India- se quedan pequeños al compararlos con las cantidades de contaminantes que se vierten anualmente en todo el mundo.
Dióxido de carbono -CO2-, óxidos de nitrógeno, cloruro de hidrógeno, Dióxido de azufre, metales pesados… multitud de sustancias que surgen de diversas actividades como del refinado de petróleo, siderurgia, generación de electricidad de origen térmico, cementeras y afines, fábricas de celulosa, papel y cartón, industrias químicas y automovilísticas, etc.
Cada sustancia afecta de una manera determinada al ser humano. Muchas de ellas no se degradan, sino que persisten y se acumulan en el organismo. Irritaciones en los ojos y en otros tejidos sensibles, problemas respiratorios, daños en el sistema neurológico, en el sistema inmunitario, en el corazón y en los riñones, incluso en el desarrollo mental de los niños vienen a ser habituales, tanto como los tumores y el cáncer.
Cientos de miles de complejos petroquímicos y energéticos, instalaciones petrolíferas, refinerías, centrales térmicas, industrias químicas y plantas de cloro se encuentran junto al mar y lo utilizan como basurero tóxico. Las industria papelera, por sí sola, es responsable del vertido anual de miles de millones de toneladas de residuos.
Durante años se ha tratado de introducir en países poco desarrollados tecnologías contaminantes, como las de los incineradores, rechazadas en los países desarrollados. Debido a sus efectos sobre la salud y a la presión pública, desde mediados de los años 90 esas tecnologías comenzaron a ser sustituidas por otras más limpias en países como Estados Unidos. Las empresas que fabrican incineradores, rechazadas en sus países de origen, comenzaron entonces a buscar mercados en el sur, en países subdesarrollados, en especial en África, donde las normas ambientales y de salud son laxas.
Los residuos tóxicos.
La cantidad de residuos peligrosos producidos por la humanidad asciende a miles de millones de toneladas, de las que los residuos de la fabricación de disolventes, pinturas sintéticas, barnices, biocidas y papel supone una cantidad cualitativamente más peligrosa que los miles de millones de toneladas de anhídrido sulfuroso que recibe la atmósfera al año, por mucho que sea el principal responsable de la lluvia ácida. Los residuos tóxicos conservan su letalidad hasta en pequeñísimas dosis a lo largo de decenios.
El origen de los residuos "especiales" y las emisiones de sustancias tóxicas no es otro que la utilización de materias primas y procesos tóxicos en la producción industrial. Hasta hace muy poco tiempo los residuos se depositaban, sin más, en vertederos, ríos, mares o cualquier otro lugar que se encontrara cerca. En las sociedades agrícolas y ganaderas se producían muy pocos residuos no aprovechables. Con la industrialización y el desarrollo, han aumentado la cantidad y variedad de residuos que se generan. Durante varios decenios se han seguido eliminando por el simple sistema del vertido. Se hacía esto incluso con la cada vez mayor cantidad de sustancias químicas tóxicas que se producen. Pero se ha ido comprobando, con el transcurso del tiempo, las graves repercusiones para la higiene y la salud de las personas y los importantes impactos negativos sobre el ambiente que tiene este sistema de eliminación de residuos.
El problema se agrava porque la creciente actividad industrial genera muchos productos que son tóxicos o muy difíciles de incorporar a los ciclos de los elementos naturales. En varias ocasiones los productos químicos acumulados en vertederos, que después han sido recubiertos de tierra y utilizados para construir viviendas sobre ellos, han causado serios problemas, incluso dañando la salud de las personas.
Estos residuos, como están siempre ligados a sistemas de producción industrial tóxicos, provocan muchos otros riesgos y problemas de contaminación, como la exposición peligrosa y contaminación de los trabajadores. Millones de trabajadores mueren de cáncer como consecuencia de la exposición a sustancias cancerígenas en sus lugares de trabajo. La exposición de la población a los residuos se produce por las emisiones atmosféricas, vertidos, fugas, escapes, pues frecuentemente se producen accidentes en las fábricas y durante el transporte. Las sustancias tóxicas utilizadas por las industrias se incorporan también a los bienes de consumo y a los materiales de construcción.
¿Estamos destruyendo la Tierra? ¿Tienes conciencia de ello?
♥ ECOLOGIA - Estamos destruyendo la Tierra ♥
Estamos degradando y destruyendo la Tierra
Cuando se produce una cantidad desorbitada de productos y desechos como papel, vidrio, plástico, materia orgánica, materia fecal, disolventes, plaguicidas, residuos químicos o sustancias radioactivas, etc., se afecta de manera directa las características físicas y químicas del medio y se producen innumerables efectos sobre seres vivos.
El suelo de la Tierra se erosiona, se degrada el aire, que se encuentra sucio, y los ríos y los mares se han convertido en alcantarillas y cloacas. Nuestro planeta atraviesa una crisis ambiental de proporciones inéditas. El modelo dominante de explotación de los recursos naturales, la forma –que no se puede mantener- en que malgastamos nuestros valiosos recursos naturales y la magnitud de las actividades altamente contaminantes nos están conduciendo a una situación límite. De continuar las tendencias actuales en la explotación indiscriminada de los recursos naturales, el mundo se encamina hacia una catástrofe ecológica de proporciones globales, a la cual no escaparán ni ricos, ni pobres.
La deuda económica de los países subdesarrollados es prácticamente consecuencia de la hipoteca ecológica, pues el Norte debe gran parte de su desarrollo a siglos de saquear al Sur, y es el máximo responsable de la degradación de tierras, el calentamiento global y la contaminación de la biosfera.
La magnitud de la deuda ecológica es enorme. Los países ricos olvidan que, tarde o temprano, las consecuencias de la degradación ambiental y los efectos de la desertificación y la sequía los alcanzarán a ellos igualmente. Soslayan también que de igual manera sufrirán por los efectos de los cambios climáticos globales.
Cambio climático, contaminación de los mares y de la atmósfera, deforestación, excesiva urbanización, agotamiento de las fuentes de agua potable, reducción de la biodiversidad… La humanidad y el medio ambiente se encuentran envenenados por productos químicos cuya utilización está aprobada y consentida por las leyes y las instituciones internacionales.
La Tierra se ha convertido en un gigantesco invernadero en el que todos, hombres, mujeres, niños y ancianos, se encuentran afectados por las substancias contaminantes.
Vamos pues a cuidar la Tierra , nuesto planeta !!
Mañana puede ser demasiado tarde ...